Volumen I


Rodari explica que cuando oímos una palabra en nuestra cabeza se produce el mismo efecto que cuando tiras una piedra a un estanque: produce ondas, remueve el fondo…

Esto quizás no basta para que surja la chispa y se pueda crear una historia, pero si utilizamos las relaciones que provoca en nuestra cabeza esa palabra podemos conseguir una buena historia.

Para ello cogemos la palabra y vamos a jugar con ella:
  1.      Vamos a escribir palabras que se nos ocurran que empiecen por la misma letra.
  2.         Ahora, escribimos palabras que se nos ocurran con la misma sílaba.
  3.         Después, palabras que rimen.
  4.         Luego, palabras que tengan significado parecido o común.
  5.         Finalmente, separamos la palabra en letras y con cada letra escribimos una palabra intentando conseguir una frase.

Para este trabajo tenemos total libertad, debemos escribir todas las palabras que se nos ocurran.
Una vez que hemos realizado estos ejercicios, estamos listos para escribir nuestra historia. Para ello no tienes que utilizar todas las palabras que has escrito, solamente, elige las que te produzcan mejores sensaciones, las que más te gusten y escribe tu historia.

La palabra elegida es DESPENSA

Actividades:
1.       Realiza los pasos indicados anteriormente.
2.       Escribe tu historia en el apartado de comentarios. Indicando tu nombre, curso y colegio.

3 comentarios:

  1. Ejemplo de historia:


    Un domingo por la tarde, Daniela estaba celebrando una recepción en su palacio. Daniela es la princesa más glotona de todas las princesas francesas, inglesas y portuguesas y a sus fiestas acudían numerosas marquesas y duquesas de los alrededores.
    No por la diversión del festejo, sino, por el cotilleo y el chisme.

    En un gran salón de baile, podíamos observar diferentes corros, en su mayoría chicas, aunque había algún que otro chico, cuchicheando y criticando. “Mira que cortinas mas espantosas” “Vaya canapés más pequeños””Te has fijado en el peinado de esa”…

    Cuando apareció Daniela todos callaron, sabían que comenzaba el tour por el palacio. Si algo les gustaba más que criticar era aparentar, por ello todas las princesas, duquesas y marquesas se pasaban el tiempo reformando y redecorando sus palacio y castillos. Cuando tenían todo listo llamaban al resto para mostrarles el resultado y poder pavonearse delante de ellas.

    La visita comenzó por la planta baja con sus dieciocho salas, 14 aseos, 4 baños completos y dos terrazas. Luego, subieron a la primera planta y visitaron sus 25 dormitorios con baño incorporado, 2 salones, 3 salas de juego y la biblioteca. En la biblioteca hicieron un pequeño descanso y les sirvieron un tentempié y una bebida isotónica, pues llevaban mucho tiempo caminando.
    Continuaron la visita con la buhardilla, la torre del homenaje, la torre observatorio, la torre del castigo. En esa torre es donde los padres de las princesas las meten cuando hacen alguna travesura, como por ejemplo a Rapunzel o a la princesa de Shrek.

    Finalmente, Daniela les mostró los sótanos. Allí pudieron ver las habitaciones del servicio, las cocinas y la despensa.
    La sala que consiguió dejar a todos los asistentes con la boca abierta fue la DESPENSA, algunos solo por hambre pero la mayoría por envidia.

    La despensa era una sala increíble, llena de estanterías por todas parte y todo supercolocado: las legumbres con las legumbre, las latas de refresco con las latas de refresco, la pasta con la pasta….
    Todo estaba en tarros de cristal con cartelitos escritos a mano indicando el contenido. Había varios pasillos de estanterías con carteles indicando la sección, vamos como un supermercado no, no, como un hipermercado. Con todas las viandas que tenía la princesa en la despensa podían comer todas las personas del mundo y seguro que sobraba algo para merendar.

    Aquella sala fue el final de la visita y todos los invitados volvieron a sus castillos y palacios recordando los aromas y las visiones de aquellas ricas y abundantes viandas. Cuando llegaron a sus hogares, lo primero que fueron a mirar fue su despensa y cuando la veían, su cara se ponía triste recordando la despensa de la princesa Daniela.
    La mayoría se resignaron y se conformaron con sus despensas, alguna hizo planes para una próxima reforma pero, sin duda, la que más sufrió fue la marquesa Teresa. Ella no podía resistir la envidia, le dolía el pelo de tanta envidia, toda su piel estaba cogiendo un color verde de tanta envidia. Así que decidió robar la cocina de Daniela…. pero eso, eso es otra historia.

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  2. LA NIÑA Y LOS ESQUELETOS

    Era se una vez una despensa que tenía una puerta secreta y una niña que se llamaba Nina ladescubrió. Ella entró a la puerta y había muchas escaleras. Cuando bajó tidas las escaleras había tomates, donuts, galletas estropeados y vió una sombra y dijo Nina bueno es mi imaginación, pero cada vez había más sombras y salieron diez esqueletos montados en patines. La niña se asustó pero le dijeron no te asuste te protejeremos pero nunca te vayas ni te fies de los esqueletos negros, pues esos son malos. Se fueron a una cueva que estaba el señor de los esqueletos blancos y ahí pasaron la noche pero Nina no hizo caso y se fué a su casa y su madre no estaba la habian cogido los esqueletos negros. La niña gritó esqueletos blancos ¡ayuda! ¡ayuda! y se acordó de la pócima que le venía con el juego que se llamaba "descongelado" entonces se la echó a los esqueletos negros y se volvieron buenos. El señor le dió las gracias a sus padres y a ella. Así los esqueletos y la familia se visitaban y se ayudaban en todo lo que podían y Nina y el señor de los esqueletos blancos se hicieron muy buenos amigos


    Claudia 4º Saelices

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  3. LOS BACALAOS.

    Erase una vez una familia de bacalaos que vivían en el mar. Un día llamaron a la puerta, era el cartero que le iba a dar una carta a la madre Bacalao de parte de su hermana, una carta en la que ponía: Hola Hermana, te quieres venir a mi casa, y le contestò en otro folio. Si, pero si me prometes que no traeras a tu hija, ya sabes que es un desatre.
    Al final fue a su casa y cenaron juntas y se lo pasaron muy bien.

    Fin.

    Angelica, 2º de Saelice.

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